La autohipnosis es una técnica que consiste en inducirse a uno mismo un estado de relajación profunda, en el que la mente está más receptiva a los mensajes positivos y a los cambios deseados. La autohipnosis se puede utilizar para mejorar diversos aspectos de la vida, como la autoestima, la confianza, la motivación, el rendimiento, la salud, el bienestar, etc.
La autohipnosis no es magia ni brujería. Es una herramienta que aprovecha el poder de la mente subconsciente, que es la parte de nuestra mente que almacena nuestras creencias, emociones, hábitos y memorias. Muchas veces, el subconsciente nos limita con pensamientos negativos, miedos, bloqueos o resistencias que nos impiden alcanzar nuestro potencial y nuestra felicidad.
La autohipnosis nos permite acceder al subconsciente y reprogramarlo con afirmaciones positivas, visualizaciones e imágenes mentales que refuercen nuestros objetivos y nuestra identidad. De esta forma, podemos cambiar nuestra forma de pensar, de sentir y de actuar, y lograr los resultados que queremos en nuestra vida.
Para practicar la autohipnosis, se necesita un lugar tranquilo y cómodo, donde no haya distracciones ni interrupciones. Se puede hacer sentado o tumbado, con los ojos cerrados o abiertos. Lo importante es relajar el cuerpo y la mente, y concentrarse en la respiración.
Existen diferentes métodos para inducirse el estado de autohipnosis, como contar hacia atrás, escuchar una grabación o seguir una guía. El objetivo es alcanzar un nivel de relajación en el que se sienta una sensación de paz, de calma y de seguridad.
Una vez en ese estado, se puede empezar a repetir las afirmaciones positivas que se hayan elegido previamente. Las afirmaciones deben ser claras, concretas, en presente y en primera persona. Por ejemplo: “Soy capaz de hacer cualquier cosa que me proponga”, “Me acepto y me quiero tal como soy”, “Tengo una salud excelente y me cuido cada día”, etc.
También se puede utilizar la visualización para crear imágenes mentales que representen el objetivo que se quiere conseguir o la situación que se quiere vivir. Por ejemplo: verse a uno mismo dando una charla con confianza y éxito, disfrutando de unas vacaciones soñadas, recibiendo un premio o un reconocimiento, etc.
Es importante sentir las emociones positivas que se asocien a esas afirmaciones o imágenes, como la alegría, el orgullo, la gratitud, el amor, etc. Así se crea una conexión más fuerte entre el subconsciente y el deseo.
Se recomienda practicar la autohipnosis al menos una vez al día, durante unos 10 o 15 minutos. Los efectos no son inmediatos ni milagrosos, sino que se producen gradualmente y con constancia. La autohipnosis es un complemento, no un sustituto, de otras acciones y hábitos que se deben tomar para mejorar la vida.
La autohipnosis es una técnica sencilla y eficaz para mejorar tu vida. Te ayuda a liberarte de las limitaciones mentales que te impiden avanzar y a potenciar tus recursos internos para lograr tus metas y tu bienestar. ¿A qué esperas para probarla?
Mario Lespio